Encontrar opciones económicas para comprar la despensa puede marcar una gran diferencia en el presupuesto familiar. Afortunadamente, en México existen diversas alternativas para adquirir alimentos a precios más bajos sin sacrificar la calidad. En este artículo, te presentaremos algunas estrategias y ejemplos de las diferencias en los costos entre supermercados regulares y aquellos que ofrecen opciones más baratas.
- Mercados populares.
Los mercados populares son una excelente opción para encontrar alimentos frescos y a precios más económicos en comparación con los supermercados regulares. Aquí puedes comprar frutas, verduras, carnes y otros productos directamente de los productores, eliminando intermediarios y reduciendo costos.
Por ejemplo, una canasta básica de frutas y verduras en un mercado popular puede costar alrededor de $200 pesos, mientras que en un supermercado regular el costo puede ascender a $300 pesos.
- Tiendas mayoristas.
Las tiendas mayoristas son otra alternativa para obtener productos a precios más bajos. Estos establecimientos suelen vender al mayoreo, pero también permiten compras individuales. Comprar en grandes cantidades puede resultar más económico a largo plazo, especialmente si se trata de productos no perecederos.
Por ejemplo, una bolsa de arroz de 5 kg en un supermercado regular puede costar alrededor de 70 pesos, mientras que en una tienda mayorista puedes adquirir la misma cantidad por 50 pesos.
- Comercio en línea.
El comercio en línea ha ganado popularidad en los últimos años y también ofrece opciones económicas para la compra de alimentos. A través de plataformas y aplicaciones, puedes comparar precios, acceder a promociones y recibir los productos directamente en tu hogar. Además, algunas tiendas en línea suelen tener ofertas exclusivas.
Por ejemplo, un paquete de pañales en un supermercado físico puede costar alrededor de $200 pesos, mientras que en una tienda en línea podrías encontrarlo por $150 pesos.
- Marcas blancas o genéricas.
Considera la opción de adquirir productos de marcas blancas o genéricas en lugar de las marcas reconocidas. Estos productos suelen tener precios más bajos y, en muchos casos, no hay una diferencia significativa en cuanto a calidad y sabor.
Por ejemplo, una lata de atún de una marca reconocida puede costar alrededor de $30 pesos, mientras que una lata de atún de marca blanca puede tener un costo de $20 pesos.
Un consejo final: recuerda comparar precios, aprovechar promociones y comprar en grandes cantidades para maximizar tus ahorros. Al implementar estas estrategias, podrás encontrar diferencias significativas en los costos de la despensa, lo que contribuirá a un mejor manejo de tu presupuesto familiar.
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