El outsourcing -o externalización- ocurre cuando una empresa contrata a otra para hacer algo que requiere un nivel de especialización que no tiene. Es útil cuando la empresa no cuenta con infraestructura para realizar su contabilidad, por ejemplo, y subcontrata a un tercero para realizarla.
Muchas compañías, especialmente pequeñas y medianas, dependen de este esquema para realizar muchos procesos que, de ser internalizados, las pondrían en problemas financieros, como el reclutamiento de personal.
Sin embargo, el contrato por outsourcing no se ha hecho de manera debida, lo que ha traído como consecuencia que el empleado no tenga seguridad y haya más rotación de personal. Por ello es que surge la nueva reforma al outsourcing.
¿En qué consiste la reforma?
- Se prohíbe la subcontratación de personal, con excepciones específicas.
- Sólo se pueden subcontratar servicios que no sean la especialidad de la empresa
- Si la empresa subcontratada no cumple con las obligaciones establecidas, la empresa contratante también se hará responsable.
- Las empresas que presten servicios especializados requerirán autorización por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y su contrato será renovado cada tres años. Además. quedarán inscritas en un padrón público.
- Las agencias de colocación podrán seguir involucradas en el proceso de contratación y capacitación, pero no se les considerarán patrones.
- La violación a las nuevas disposiciones implicará multas de 2,000 a 50,000 veces la Unidad de Medida y Actualización.
- Los pagos por concepto de subcontratación de personal no tendrán efectos fiscales de deducción o acreditamiento
- Las irregularidades se procesarán como un delito de defraudación fiscal.
Aunque a muchas empresas no les gusta la idea, otros están a favor de que se proteja más al trabajador para que pueda haber una mejor calidad de vida laboral.
Y tú, ¿qué opinas del outsourcing y la nueva reforma?
